Bola de confusión

EN ESTA CANCIÓN, TODO DESCARRILA. El eje terráqueo parece haberse desplazado un poco y un cambio climático radical amenaza el planeta. Caos por todas partes: prejuicios y muerte, hambre, destrucción. Es una bola que se despeña y tú vas metido dentro. Son tiempos revueltos, y los desharrapados merodean por las calles. Impera la anarquía. El aire está envenenado y la ciudad descompuesta, nada está en su sitio. El dinero no compra nada ni influye en nadie. Caminas trastabillando, ve tirando, dicen, y tú vas, confiado en el gran Googa Mooga, tu deidad personal. La hostilidad y el desorden son de pesadilla, te sientes señalado y arrinconado. Toda esta actualidad patas arriba te altera, no puedes describir lo que presencias. Tampoco puedes demostrar nada, y aunque pudieras nadie presta atención. Todo es incierto e inseguro y tú estás justo en medio, presa fácil. Sigues apelando al gran Googa Mooga, implorando una vía de escape. La cosa está tensa, te peleas con todos. La sangre corre por las calles, hay terremotos en la otra manzana, violan mujeres por las esquinas, despegan naves espaciales. Nada es estable. Cada día otra forma de opresión. Tratas de actuar como los otros quieren, pero es un agobio. No paran de volar objetos punzantes. Te esfuerzas cuanto puedes por asimilarlo todo y mantenerte a flote. Solías tener grandes esperanzas, grandes aspiraciones, querías curar a los locos y practicar la abstinencia. Querías defender a los pobres, y ahora esas ideas se han extraviado; la vida era esto. Y está el cacique, el politicastro besabebés que pilló tu voto. Prometió que iba a liberarte, pero se acobardó y huyó a las montañas, se te sacudió de encima y te hizo el vacío. Todo está podrido y pringado, hasta el tarado de tu hermano, que no deja de hablar de amor, pero ¿eso qué más te da?

Cuanto más piensas en ello, menos sabes lo que significa.¿Ylos chavales? Crecen muy deprisa, tienen la cabeza en las nubes y son un blanco fácil. Andas pasmado, no encuentras paz, todo se desintegra a tu alrede-dor y estás lo más lejos que se puede estar de la vida normal. Se lo cuentas a Googa Mooga, se lo dices todo, y que huyes para salvar tu vida.El nuevo disco de los Beatles te embriaga, pero no tienes ni idea de lo que es-cuchaste.El entorno se está haciendo añicos. Más brutalidad, más derramamiento de sangre, la ley de la muchedumbre que patrulla las calles. Te asquea y te da esca-lofríos. Sonny y Cher resuenan también en tu oído, y el ritmo no para. Además, no encuentras la cartera.Oriente Medio arde y una inundación acaba de derribar parte de un bloque de casas. Acabas de pasar ante un funeral fabuloso y te has entretenido mirándolo. No tenías adónde ir y andabas vacilando, hay miedo en el aire, un hedor terri-ble que pone los pelos de punta. Un ectoplasma extraño que sube por las alcan-tarillas te revuelve el estómago. ¿Qué más podría salir mal?

Los inspectores municipales te van detrás por quebrantar la ley. Alguien se ha chivado. Los cobradores te persiguen para que pagues, tus gastos se han dispa-rado. Estás desanimado y abochornado, y ahora quieren inspeccionar tu arma. Sigues invocando al gran Googa Mooga, tratando de comunicarte. Apelas a la sabiduría de los ancianos. Siempre lo mismo, una y otra vez, cada diez segundos otra noticia bomba, otro escándalo, más titulares, más comentaristas y te están desquiciando. Es todo asqueroso, cualquier cosa que tocas. Te acosan por todas partes y todo el mundo parece tener uno u otro defecto. Los funcionarios no ayudan, y se te piden donaciones para otro programa benéfico. Ahí afuera es la selva y no reconoces nada. Estás exhausto y necesitas algo que te reanime. Buscas un lugar seguro, un refugio, y te dices que quizá te vayas a vivir con los indios. Buscas una ruta secreta que te lleve. Querías estar al tanto de todo y ahora lo estás, completamente en el ajo. Aunque puede que las cosas no sean tan sencillas, puede que estés alucinando, exagerando, sobredimensionándolo todo. Quizá seas alguien de trato difícil. En esta canción el cantante ya ha especulado bastante, y ahora está listo para actuar. Esta es una canción sobre la condición humana, y no hay reglas.

Hay que ver la diferencia que suponen diez años. Una década atrás, Barrett Strong fue el primer artista de Motown que cantó la oda definitiva a la codicia con su propia «Money (That’s What I Want)». Yluego, en 1970, junto con Norman Whitfield, escribió una de las pocas canciones de crítica social que no dan vergüenza, y en la que hasta manda un guiño agradecido al grupo que versionó su primer éxito y le reportó un montón de dinero.Puede que este sea el punto culminante de todo lo que escribieron Barrett Strong y Norman Whitfield. Y escribieron cantidad de canciones espléndidas: «I Heard It Through the Grapevine», «I Wish It Would Rain», «Cloud Nine», «Runaway Child, Running Wild», «Too Busy Thinking About My Baby», «I Can’t Get Next to You», «War», «Just My Imagination», «Smiling Faces Someti-mes», «Papa Was a Rolling Stone».

Escribir una canción así puede parecer engañosamente fácil. De entrada, apañas una lista de cosas que la gente odia. En su mayor parte, a la gente le desagrada la guerra, el hambre, la muerte, los prejuicios y la destrucción del medio ambiente. Luego está la trampa de las rimas fáciles: «revolución/evolución/contaminación». «Segregación/manifestación». John Lennon salió bien parado recurriendo a su sentido del humor juguetón para crear una canción de fogata posmoderna alusiva al bagismy el shagism. Pero en manos menos diestras uno puede acabar escribiendo sobre la tabla periódica de los elementos con tiradas de rimas sobre bario, radio, cadmio.

De algún modo, Barrett y Whitfield consiguen sortear esas trampas y muchas otras, sin dejar de citar canciones sobre la actualidad de entonces como «Eve of Destruction» e «Indian Reservation». Lo que vende «Ball of Confusion» es compromiso. Es fácil apreciar la pauta en este tipo de escritura. Temas sociales, la naturaleza humana; podrían encubrir lo que tratan de decir sin dejar de decirlo. Los compositores suelen escribir algunas canciones malas, en ocasiones demasiadas. Pero estos tíos parece que no escribieron ninguna. Todo lo que escribieron es revelador y verosímil. Las cosas tal como son. Lo vieron y lo contaron, sin contemplaciones. Escudriñan en la oscuridad y arrojan luz. Siguen avanzando y arrojan luz en otra oscuridad. Pero la oscuridad pervive, porque no puedes arrojar luz sobre la luz. No son predicadores. La canción es como un viejo programa de radio, donde podías imaginar lo que escuchabas, y eso hacía la experienciamás intensa. No hay modo de televisar esta canción, no encaja en una pantalla.«Ball of Confusion» es prerrap. Si andas callejeando borracho y feliz, esta canción te va a quitar la mona. Esta canción resulta tan auténtica hoy como el día en que se grabó. También hay varios interludios musicales, como en unapieza de Roy Orbison. Voces distintas cantando partes diferentes. Y son observaciones serias, no como en los Coasters, que podían hacer algo parecido pero con mera palabrería. Hay que escuchar este tema una y otra vez. Lo podrían haber escrito ayer. Contaminación, revolución, control de armas, más impuestos, humillación, obligación para con la patria, vótame y te liberaré. Y lo más actual, «rap on, brother, rap on» («dale, hermano, dale»).

A nadie le interesa aprender. El único lugar seguro donde vivir es una reserva india. Inspectores, cobradores, la gente desmadrada. Todo desbocado. Todos hablando a la vez. Es eso mismo. Y los Temptations son el grupo perfecto para expresarlo, junto con su espléndida banda. Unos años atrás, Motown editó las pistas vocales de los éxitos de los Temptations, incluido este, despojadas de base instrumental. Por hermosas y potentes que sean esas bases, resulta maravilloso escuchar a los Tempts apiñados en torno a un micrófono, como en el doo wop de la vieja escuela, y unas armonías precisas, en tiempo real, que lidian con los problemas igualmente reales del momento. Un disco es mucho mejor cuando te lo crees.

Además, Stevie Wonder toca la armónica.

«Filosofía de la canción moderna», Bob Dylan.

Publicado por Edu

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